Entrevista a Pilar Laguna en la Revista Española de Defensa
[ Entrevista Revista Española de Defensa – Junio 2016]
Entrevista Pilar L.aguna en pdf
Pilar Laguna Sánchez, presidenta de Adalede
«En España hay muchos topicos sobre las Fuerzas Armadas»
Considera que es necesario que la sociedad conozca mejor el trabajo que realizan los militares
A Pilar Laguna le fascina tender puentes. «Me paso el día tejiendo redes. Tener contactos es de mucha utilidad y hay que ponerlos al servicio de nuestras instituciones». Y si en algo pone especial empeño la decana de la Facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales de la Universidad Rey Juan Carlos es en abrir canales entre la sociedad y las Fuerzas Armadas. Desde el 9 de mayo preside la Asociación de Diplomados en Altos Estudios de la Defensa Nacional.
—¿Qué intereses comparten los miembros de Adalede?
—Tenemos más de 500 socios. Son di-putados y senadores, catedráticos de universidad, diplomáticos y otros altos funcionarios, magistrados, representan- tes cualificados de la empresa, de los medios de comunicación y de otras entidades de la sociedad civil, junto a generales de los Ejércitos y la Armada, de la Guardia Civil y de la Policía Nacional. A todos nos une un mismo deseo: colaborar con las instituciones en la difusión de la cultura de seguridad y defensa.
—Pertenece a la asociación desde su fundación, en 2003 ¿Qué objetivos se plantea ahora desde su presidencia?
—Seguir trabajando por la cultura de seguridad y defensa en España, estrechar los lazos entre los asociados, apoyar al CESEDEN en sus labores y suscribir convenios con otras asociaciones que nada tienen que ver con estas cuestiones para tratar de llegar a diferentes colectivos de una forma amplia. Porque, muchas veces, en estos temas de defensa hablamos entre convencidos. Tenemos que ampliar el foco. Es preciso que la sociedad entienda que las Fuerzas Armadas y las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado hacen falta, nos guste o no. Y que nos acordemos de ellos no sólo cuando hay una amenaza, un atentado o una crisis, sino que sea algo normalizado en nuestra sociedad. En España hay muchos tópicos y hay que romperlos.
—¿A qué se debe esa escasa conciencia de defensa?
—Nuestra historia reciente ha generado una serie de tabús con los que hay que acabar. Muchos no saben que los militares españoles están muy bien formados, que tienen una visión internacional global potentísima y, algo que me encantaría que existiera en toda la sociedad: su fidelidad institucional y sus valores. Es necesario romper con este desconocimiento, y eso se hace normalizando. Un ejemplo; a mi me encanta que los militares vengan a la universidad con uniforme y que participen en nuestras actividades.
—¿Qué deberían saber los jóvenes sobre los militares?
—El papel que les da la Constitución, que es nuestra norma superior. No estamos hablando de nada extraño. Nuestros jóvenes tienen que conocer el trabajo que hacen, tanto dentro como fuera de España, en misiones de paz y en otras misiones que no son de paz, porque a todos nos gustaría que no hubiera conflictos o terrorismo pero, ¿qué hacemos entonces?, ¿decimos que no nos gusta y no nos preparamos? Eso es lo que tiene que entender la sociedad, y lo comprenden mejor los jóvenes que los adultos. Tienen mucho interés por- que nadie se lo ha contado. Un joven de 16 años entiende perfectamente que un ataque terrorista puede inutilizar los satélites y producir un apagón en Internet; que el agua o la electricidad son bienes estratégicos que hay que proteger; el peligro que supondría un ciberataque a una central nuclear o a las redes de suministros… Hay que saber esto y tomar conciencia de lo importante que es tener unas Fuerzas Armadas preparadas y bien dotadas para que podamos seguir viviendo con tranquilidad. Y también fuera de nuestras fronteras, porque aquí tenemos garantizados nuestros derechos y libertades pero, desgraciadamente, eso no ocurre en muchos países. Hay que fomentar el espíritu de solidaridad, de respeto y de convivencia.
Aquí y en cualquier parte del mundo. Y para eso necesitamos unas Fuerzas Armadas preparadas y dotadas con las herramientas para hacer bien su trabajo.
—¿Esa labor de concienciación es responsabilidad de las instituciones?
—Lo dice un proverbio africano: «educa la tribu entera». Cada uno tiene su parte de responsabilidad. En España hay muy poca conciencia del bien común y de la responsabilidad social que tenemos los ciudadanos. Ese papel lo podemos jugar cada uno desde nuestro ámbito. Yo, como decana en una facultad con 26.000 estudiantes, no solo quiero que mis estudiantes sean buenos arquitectos, abogados, empresarios… Además, quiero buenas personas y buenos ciudadanos, y eso pasa por conocer las instituciones de tu país, la bandera, el himno… los símbolos que crean unidad. Luego, cada uno tiene su identidad, pero todos somos España. Me da mucha envidia de otros países cuando sus ciudadanos se muestran orgullosos de su nación. Aquí confundimos las cosas.
—¿La defensa debería estar más presente en el sistema educativo?
—Sí. Hace diez años participé en las sesiones que organizó el Ministerio para incorporar estos temas en el currículo oficial, desde la enseñanza infantil al bachillerato. Se hizo un gran esfuerzo, pero hace falta involucrar a los profesores. Si ellos conocen bien estas cuestiones y, además, se les apoya con soporte documental, materiales, videos… para que puedan desarrollar actividades en el aula, podremos calar en la sociedad. Si no se hace así lo veo complicado.
—¿Se ha dado algún paso en este sentido con la LOMCE?
—La nueva Ley ha incorporado la seguridad y defensa en dos asignaturas, que son Valores sociales y cívicos en Primaria y Valores éticos en Secundaria. Y los ministerios de Defensa y de Educación, Cultura y Deporte han suscrito un convenio para contribuir a mejorar el conocimiento de estos temas en los distintos niveles educativos. Creo que Adalede podría jugar aquí un papel destacado, por sus relaciones con el sistema educativo. Podríamos montar seminarios o talleres para que los profesores conozcan estos temas, incluso desde su formación inicial en la universidad.
—¿Los universitarios muestran interés por la seguridad y defensa?
—Sí. Aquí, en esta facultad, hacemos muchas actividades con Adalede y otras asociaciones, con el Instituto Español de Estudios Estratégicos, el Real Instituto Elcano, el INCIPE… Pues bien, el aula se llena, y se produce debate. Los jóvenes quieren saber y a muchos les hemos despertado el gusanillo y nos piden más. Una línea que quiero explorar es la de hacer trabajos de fin de grado en temas de seguridad y defensa, o por lo menos tutelar, darles información.
—¿Qué otras actividades promueve Adalede?
Todos los años se han venido organizando dos o tres jornadas sobre temas de actualidad relacionados con las Fuerzas Armadas. Siempre en colaboración con nuestra alma mater, el CESEDEN, del que recibimos todo el apoyo. También organizamos almuerzos-coloquio y visitas a instalaciones civiles y militares. Tenemos una revista audiovisual: Enfoque sobre Seguridad y Defensa. Hasta ahora se han produ- cido cuatro videos (sobre defensa nacional, el papel de las Fuerzas Armadas, ciberseguridad y las misiones internacionales) y están teniendo un éxito tremendo. La anterior junta directiva a la que estamos muy agradecidos porque ha trabajado mucho por la asociación inició negociaciones con TVE para producir una serie de ficción que hable a la sociedad de la realidad de las Fuerzas Armadas. Usando el humor y la dramatización, pero bien documentada, huyendo de los mitos.
Víctor Hernández
Foto: Hélène Gicque