Almuerzo-coloquio con el Jefe de Estado Mayor del Ejército del Aire
El Jefe de Estado Mayor del Ejército del Aire (JEMA), General del Aire, D. Javier Salto Martínez-Avial, protagonizó la inauguración del nuevo curso en el almuerzo-coloquio que tuvo lugar el 12 de septiembre en el Centro Superior de Estudios de la Defensa Nacional (CESEDEN). En su intervención destacó los retos más relevantes de la fuerza aérea, expuso la participación de las diferentes unidades en las misiones internacionales encomendadas (Unión Europea, OTAN, ONU…) y destacó las capacidades que aportan los diferentes equipos y plataformas terrestres y aéreas, atendiendo a las necesidades estratégicas. Las áreas de prioridad que resaltó fueron tres: personal, capacidades y sostenimiento. Por último, el General expuso los retos que merecen especial atención, como son el espacio, en el ciberespacio (y su defensa), y la implantación y explotación de los sistemas aéreos tripulados a distancia.
Las preguntas de los asistentes hicieron referencia, entre otros temas, a los programas tecnológicos, las nuevas adquisiciones, el futuro de la quinta generación de cazas, la estrategia aeroespacial, y la formación y el entrenamiento de los pilotos. En este aspecto, el General resaltó que la formación es elemento esencial para la operación del Ejército del Aire, que está ligada a la tecnología y que es imprescindible para la seguridad de vuelo, uno de los requisitos de las operaciones aéreas diarias. También ofreció las cifras de lo que supone el mantenimiento de las capacidades actuales, los ciclos de vida y el sostenimiento de las plataformas de vuelo, como los aviones de transporte, helicópteros, cazas, las bases e instalaciones.
En este sentido, el JEMA señaló que los programas de aeronaves deben planificarse con mucho tiempo porque los plazos en el sector son muy largos, y las flotas no pueden llegar a la obsolescencia sin que se tenga preparado un reemplazo. Sin lugar a dudas, ha sido una oportunidad única para ver con perspectiva la realidad de nuestra fuerza aérea y valorar a todo el personal civil y militar que lo hace posible, especialmente -por su singularidad- a los pilotos de caza.